Dilemas

Con la clase del otro día sobre la figura del tutor/a, se me ocurrió esta entrada: hay muchos juegos que se basan en dilemas morales, es decir el conjunto de principio, normas, preceptos y valores que orientan la vida de los pueblos y los individuos para lograr una vida buena y justa. Son juegos que se puede plantear a cualquier edad, pero en la adolescencia pueden aprender sobre sus propios valores y la importancia de ellos e ir definiendo su identidad. A continuación presentaré varios dilemas, los cuales no hay respuesta correcta, sino hacer reflexionar a las personas:

1. Dilema del Prisionero

Este específicamente vale para darnos cuenta de lo importante que es cooperar a la hora de hacer un trabajo con otras personas, y comunicamos con ellas, además de entender lo difícil que es cooperar incluso cuando es la mejor opción para ambas personas. 

Primero hay que dividir a la clase en parejas, pero no hace faltan ni que estén juntas, ni que sepan nada de la otra persona, porque la contestación es individual; simplemente, es necesario ver la contestación de ambas personas para ver si confiesa o no y comprobar si son condenados o no. 

La enunciación clásica del dilema del prisionero es:

La policía arresta a dos sospechosos. No hay pruebas suficientes para condenarlos y, tras haberlos separado, los visita a cada uno y les ofrece el mismo trato. Si uno confiesa y su cómplice no, el cómplice será condenado a la pena total, diez años, y el primero será liberado. Si uno calla y el cómplice confiesa, el primero recibirá esa pena y será el cómplice quien salga libre. Si ambos confiesan, ambos serán condenados a seis años. Si ambos lo niegan, todo lo que podrán hacer será encerrarlos durante un año por un cargo menor.

Lo que puede resumirse como:



2. Dilema del tranvía 

El enunciado es el siguiente: 

Imagina un tranvía desbocado y sin frenos que se dirige hacia cinco trabajadores que están en la vía. No puedes avisarles y tampoco puedes parar el tren, pero sí puedes accionar una palanca que lo desviará hacia otra vía. Allí hay otro trabajador, pero está solo. ¿Debes apretar la palanca?



Sobre este dilema, a lo largo de la historia han ido cambiando variantes, y una de ellas es la siguiente:

                2.1. Dilema del tranvía de Thomson

El enunciado dice:

Como antes, un tranvía descontrolado se dirige hacia cinco personas. El sujeto se sitúa en un puente sobre la vía y podría detener el paso del tren lanzando un gran peso delante del mismo. Mientras esto sucede, al lado del sujeto sólo se halla un hombre muy gordo; de este modo, la única manera de parar el tren es empujar al hombre gordo desde el puente hacia la vía, acabando con su vida para salvar otras cinco. ¿Qué debe hacer el sujeto? 


3. Dilema de Heinz 

El enunciado es el siguiente: 

Una mujer que padece un tipo especial de cáncer y va a morir pronto. Hay un medicamento que los médicos piensan que puede salvarla; es una forma de radio que un farmacéutico de la misma ciudad acaba de descubrir. La droga es cara, pero el farmacéutico está cobrando diez veces lo que le ha costado producirla. El compra el radio por $1000, y está cobrando $5.000 por una pequeña dosis del medicamento. El marido de la enferma, el señor Heinz, recurre a todo el mundo que conoce para pedir prestado el dinero, pero solo puede reunir $2500 (la mitad de lo cuesta). Le dice al farmacéutico que su esposa se está muriendo, y le pide que le venda el medicamento más barato o le deje pagar más tarde. El farmacéutico dice: "No, yo lo descubrí y tengo que ganar dinero con él". Heinz está desesperado y piensa atracar el establecimiento y robar la medicina para su mujer.

Después se plantean las siguientes cuestiones: 

    1.- ¿Debe Heinz robar la medicina? ¿Por qué?
    2.- Si Heinz no quiere a su esposa, ¿Debe robar de todas formas la droga para ella? ¿Por qué?
   3.- Suponiendo que la persona que está a punto de morir no es su esposa, sino una extraña, crees tú que Heinz debe robar la medicina. ¿Por qué?
 4.- Como robar es un delito, entonces ¿Puede afirmarse que Heinz actuaría mal si roba el medicamento?
    5.- ¿Te parece adecuado el proceder del farmacéutico? ¿Está defendiendo sus derechos?
    6.- Si la enferma fuera un familiar tuyo ¿Qué harías tu (si estuvieras en el lugar de Heinz)?
    7.- ¿Qué valores se enfrentan en este dilema?


En mi opinión y experiencia cuando en clase o en la calle, nos hemos planteado estos dilemas, me gusta mucho porque veo también las reflexiones que hacen otras personas, de las cuales, en ocasiones me he sorprendido y he podido aprender de ellas. Al final cada persona tiene sus motivos para confesar, accionar la palanca, empujar, robar, o no hacer ninguno de esos actos.

Os invito a que pongáis vuestras reflexiones, y así poder aprender de ellas también. Muchas gracias. 


Comentarios

Entradas populares de este blog

Libertad de huertos

Conflictos

Escuela O Pelouro