Trastorno Negativista Desafiante (TND)

Esta entrada tratará sobre el Trastorno Negativista Desafiante (TND), puesto que es muy poco conocido y puede confundirse con que el niño o niña es rebelde y no va a cambiar su actitud de retar a toda figura de autoridad porque se encuentra en plena pubertad, y sin embargo puede tratarse de un trastorno.

1. Definición de Trastorno Negativista Desafiante

El TND según el DSM-5, pertenece al área de los trastornos disruptivos del control de impulsos y de la conducta que se manifiestan con problemas en el autocontrol en el comportamiento y en las emociones.

Para poder definir el TND, primero considero importante definir el término de conducta desafiante para poder entenderlo. Según Tamarit (1995) define el termino conducta como la expresión de la interacción de la persona con su entorno físico, social y cultural. Señala que la conducta es algo que afecta al medio, por lo tanto, una conducta desafiante es la manifestación de la interacción de esa persona con el entorno de forma en la que ésta lo reta. Por ello, el DSM-5 caracteriza al Trastorno Negativista Desafiantes por tener un patrón de enfado/irritabilidad, discusiones/actitud desafiante o vengativa que dura más de seis meses. Se manifiesta por lo menos con cuatro síntomas de cualquiera de las categorías descritas a continuación, y que se exhibe durante la interacción por lo menos con el individuo excluyendo a un hermano.

  • Enfado / irritabilidad: A menudo pierde la calma, está susceptible, se molesta con facilidad, y/o está enfadado y resentido.
  • Discusiones / actitud desafiante: Discute a menudo con la autoridad o con adultos; a menudo desafía activamente o rechaza satisfacer la petición de parte de figuras de autoridad o normas. Además, molesta a los demás deliberadamente y /o culpa a los demás por sus errores o su mal comportamiento.
  • Vengativo: ha sido rencoroso y/o vengativo por lo menos 2 veces en los últimos 6 meses.

Para definir los síntomas se establecen unos criterios de frecuencia porque es importante tener en cuenta la persistencia y la frecuencia en la que se reproducen los comportamientos para distinguir si se encuentra dentro de unos límites normales en base a la edad y desarrollo. Además, se tiene que tener en cuenta otros factores a parte de la frecuencia como es la intensidad, el grado de desarrollo del individuo, su sexo y su cultura. 

Este trastorno del comportamiento va asociado a un malestar en el individuo o en otras personas de su entorno social inmediato como la familia, compañeros y compañeras del trabajo, etc. además de tener un impacto negativo en los diferentes ámbitos de la vida de la persona como su área social, educativa, profesional, entre otras importantes.

Por último, destacar que este trastorno se puede dar en tres niveles de gravedad: Primero, en el nivel leve los síntomas se limitan a solo un entorno. En el nivel moderado aparecen estas conductas en dos entornos, y en el tercer nivel, el grave, aparecen en tres o más de ellos. Por ello el grado de generalización de los síntomas es indicativo de la gravedad del trastorno.

En resumen, Vásquez, Feria, Palacios y De la Peña (2010) definen el TND como un patrón recurrente de actitudes que desafiantes, negativas, irritables, no cooperativas, y hostiles hacia figuras de autoridad como son los padres y madres, o el profesorado; por lo que puede provocar un deterioro significativo en actividades sociales, académicas, y en un futuro, laborales. A lo que Gensie (2014) añade también son desobedientes, caracterizado por negarse activamente a cumplir las demandas y normas de los adultos, además de llevar a cabo actos que molesten a otras personas de forma deliberada.

2. Factores y Causas 

Según el DSM-5, es vital observar diferentes factores del niño o niña que padezca TND como los factores temperamentales que están relacionados con problemas de regulación emocional que dan pie a predecir el trastorno. En cuanto a los factores ambientales, los niños y niñas que en su vida está altero el ambiente familiar por la variación de diferentes cuidadores y en las cuales la crianza es severa, inconstante o negligente suele favorecer al trastorno además de que estas prácticas parentales juegan un papel vital.

El papel de las familias y el de la escuela, en el trascurso del tratamiento también es importante tanto a nivel de prevención puesto que, en el proceso de socialización por el cual las personas aprenden conductas sociales consideradas adecuadas dentro del contexto donde se encuentran en desarrollo. La responsabilidad de la socialización primaria recae en el entorno más afectivo y primario del individuo, la familia y en la escuela. Son las encargadas de iniciar este proceso para que el niño o niña asimile las manifestaciones básicas de la vida cultural del grupo (Ortego, 2019). Como a nivel de intervención puesto que tienen participar en las entrevistas para realizar el diagnóstico con la recopilación documental del entorno y conductas de la persona, además de participar en la intervenir debido a que el tratamiento es la psicoterapia individual, la terapia familiar que implica el trabajo de los padre y madre con el niño/a adolescente, y terapia grupal (Vásquez, Feria, Palacios y De la Peña, 2010).

Por último, factores genéticos y fisiológicos, se han asociado un número de marcadores neurobiológicos como la frecuencia cardíaca, anormalidades en el cortéx prefrontal y la amígdala, entre otros aspectos. Pero no se puede asegurar que haya unos marcadores específicos para el TND, puesto que la gran mayoría de los estudios no diferencian a los niños y niñas con TND de aquellos con trastorno de conducta (DSM-5). 

3. Evolución y Consecuencias

Los primeros síntomas del TND según el DSM-5 aparecen en los años de infantil y raramente más tarde de la adolescencia temprana. Este trastorno puede llegar a convertirse en un trastorno de conducta especialmente en los casos que el TND empezó a desarrollarse en la infancia de la persona. Pero no muchos de los casos acaban desarrollándolo.

En ocasiones conlleva el riesgo de desarrollar trastornos de ansiedad y depresivos incluso en la ausencia de trastorno de conducta. Es importante ver los síntomas que padece la persona porque el tener conductas de desafío, discusión y venganza suponen un mayor riesgo en el trastorno de conducta mientras que los síntomas de enfado e irritabilidad suponen mayor riesgo de trastornos emocionales.

Destacar que suelen aumentar la frecuencia de los comportamientos durante la etapa preescolar y en adolescencia. Durante el periodo escolar es vital prestar especial atención al cómo se desarrolla la persona, a la frecuencia y la intensidad de comportamientos desafiantes; por lo que es necesario evaluar y comprobar que estén en niveles normativos, antes de que se decida si son síntomas o no característicos del TND. Cuando el TND es persistente durante el desarrollo los individuos pueden presentar conflictos frecuentes con padres, profesores, supervisores, compañeros y pareja, llegándose a producir un deterioro significativo de la adaptación emocional, social académica y laboral.

Según la asociación de TND, Anadahi (2020) señala las siguientes consecuencias y riesgos si una persona con TND no se le diagnostica y ni se le realiza un tratamiento:

  • Victimización.
  • Rechazo de los compañeros o adultos.
  • Incremento de las conductas inapropiadas que pueden quedar incorporadas al repertorio de conductas.
  • Fracaso escolar y el riesgo de abandono escolar
  • Tabaquismo y consumo de alcohol a edades temprana
  • Consumo de drogas
  • Actividad sexual de riesgo a edad más temprana
  • Desajustes familiares y estrés familiar
  • Continuar su evolución hacia Trastorno de Conducta

Como consecuencias más graves el TND puede llegar a desarrollar conductas disociales en las cuales busca dañar, y se vuelve destructivo y violento. Si la persona no se trata va a presentar un mayor riesgo de problemas de adaptación en la vida adulta como, por ejemplo, conductas antisociales, problemas de control de impulsos, abuso de sustancias, ansiedad y depresión (DSM-5). También puede desarrollar una personalidad antisocial en la que sus conductas son antisociales, destructivas y transgresoras. Su actitud supondrá un serio desajuste social, cometiendo delitos en la vida adulta (Molina, 2020). Finalmente, está asociado con un aumento del riesgo de intentos de suicidio, incluso después de controlar los trastornos comórbidos (DSM-5).

4. Acciones para realizar

Por un lado, destacar que en ocasiones suelen tener tratamiento farmacológico siendo la misma para tratar el TDAH prescrita por la figura profesional correspondiente. 

Por otro lado, desde el ámbito educativo desde la especialidad de intervención, llevaría acciones para trabajar habilidades sociales, dotares de estrategias para controlar sus propias conductas negativistas, mejorar su autoestima, trabajando de forma conjunta con la familia y el profesorado, contando siempre con la opinión del adolescente para que pueda decidir sobre su proceso de aprendizaje y cambio.

Por ello, la intervención no se centraría en las conductas caracterizadas por inapropiadas que manifiesta el/la adolescente, sino que se basaría en técnicas de modificación de conductas, teniendo en cuenta las funciones por las que se produce las conductas y en las capacidades del o la adolescente. Ofreciéndole que tanto las normas como las conductas a reproducir siempre deberán ir en positivo aumentar la motivación, a la par de favorecer su aparición. Además de buscar actividades para hacer en las que el/la adolescente pueda realizar por sí solo/a todo lo que pueda para favorecer su autonomía y pensamiento crítico y ser el protagonista de su propio proceso, pero siempre con el apoyo de la familia y profesorado. 

Algunas de las actividades que se pueden realizar tanto a nivel individual como en grupo dentro de una clase de tutoría, ciudadanía, ética, puesto que a la persona le ayudara a trabajar el TND y a otros/as adolescentes les servirá para aprender de si mismos/as mejorando como personas:

  • "El volcán": es una dinámica para identificar los estados de activación. El o la adolescente aprenderá que tener mucha energía (el fuego del volcán) no es malo, pero cuando el fuego se escaba de nuestro control puede quemar las cosas y las personas del alrededor causándolas daño. Entonces se tendrá que dibujar un cuerpo humano que actúe como volcán, siendo la cabeza por donde se salga la lava. Después con sucesos del día a día que reflexione tendrá que señalar cuánta “lava” le produce, por ejemplo: que un familiar le pida que haga la cama, o que en clase le insulten.
  • "Detective": se centra en buscar estrategias que relajen a la persona mediante diferentes dinámicas que les ayuden a relajar en esos momentos en los que se encuentre con mucha activación, es decir, descentra la atención en las situaciones que él creen que van a explotar. Por ejemplo, contar números, escuchar una canción, realizar respiraciones, encontrar una palabra o frase que funcione como mantra entre otras. 
  • "Convivimos": Poner normas y tareas de convivencia dentro de clase en parejas para que la persona con TND pueda ver actitudes y responsabilidades que hacen sus iguales y asimismo adquirirlas. Sin embargo, esta misma actividad se puede también en el ámbito familiar. Pero siempre tendrán que ser de forma consensuada. 
  • "Me pongo en tus zapatos": centrada en trabajar la empatía mediante los cuentos infantiles del Patito Feo y de Dumbo que tendrá que extrapolar esas situaciones de discriminación a situaciones que pasen dentro del aula en forma de role playing y ver cómo podrían cambiarlas viendo y describiendo sentimientos que puede tener la persona que es discriminada, ignorada o retada.  

5. Conclusiones

Considero que se debería de dar a conocer y visibilizar las enfermedades mentales a la sociedad en general puesto que están estigmatizadas y cuanto menos se conozca más se estigmatiza, porque lo que no se nombra no existe. En relación a los posibles trastornos que pueden aparecer en la infancia o adolescencia tampoco se conocen, y sus comportamientos se pueden asociar a que están creciendo, cambio de hormonas, entre otros aspectos; en vez de detenerse a observar y analizar por lo que está sintiendo y sucediéndole. Concretamente, con el TND, considero que como no es un trastorno conocido, cuando un niño o niña tienen conductas desafiantes, hostiles, irritables, no cooperativas, hacia figuras de autoridad como la familia o el profesorado; puede ser que lo achaquen a que es una persona que su forma de ser es rebelde, inquieta, nerviosa y con maldad, etc. Y por ello se convierta en uno de esos niños/as considerados como “imposibles” de educar, que el sistema educativo los acaba echando y arrastrando reproducir otras conductas poco favorables como el consumo de sustancias, conductas antisociales, incluso llevándolos al suicidio, puesto que se convierten en personas que no encajan con las normas de la sociedad.


Referencias bibliográficas.

American Psychiatric Association (2013). Manual Diagnóstico Y Estadístico De Los Trastornos Mentales. Editorial medica Panamericana.

Anadahi (2020). TDAH y Trastorno Negativista Desafiante (TND). Vitoria-Gasteiz: España. http://www.anadahi.org/es/tdah-ytrastorno-negativista-desafiante-tnd/

Gensie, G. (2014). Psicoterapia Cognitivo Conductual en un paciente con Trastorno Negativista desafiante. Revista Argentina de Clínica Psicológica, 23 (2), 145-152. https://www.redalyc.org/pdf/2819/281943265005.pdf

Molina Gutiérrez, C. (2020). Trastorno negativista desafiante: en qué consiste, cómo identificarlo y qué hacer. El Mundo. Sapos y Princesas. https://saposyprincesas.elmundo.es/consejos/psicologiainfantil/trastorno-negativista-desafiante/

Ortego, J. (2019). Educación Social en el Ámbito Familiar. Grado en Educación Social: Palencia. 

Tamarit, J. (1995). Las Conductas Desafiantes. En la VVAA: Atención a alumnos con necesidades educativas graves y permanentes. Gobierno de Navarra, Dto. de Educación, Cultura, Deporte y Juventud. https://sid.usal.es/idocs/F8/FDO5117/conductas_desafiantes.pdf

Vásquez, J., Feria, M., Palacios, L. y De la Peña, F. (2010). Guía Clínica para el Trastorno Negativista Desafiante. Guías Clínicas para la Atención de Trastornos Mentales.  http://www.inprfcd. gob.mx/guiasclinicas/trastorno_negativista.pdf

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